¿Quién necesita pareja para casarse? Eso es justo lo que piensa Lynne Gollogly, que no quiere cumplir los 40 sin pasar por el altar, tenga marido de verdad o no.
«Soy feliz así» explica esta chica inglesa, que no busca pareja porque, sencillamente, no le apetece tenerla. Pero como por otra parte sí le hace ilusión el tema de las bodas pues ha propuesto una curiosa celebración de cumpleaños. «Espero que todo el mundo venga vestido como si de una boda real se tratase», explica Gollogly.
Se ha comprado un vestido de novia y está preparando todo exactamente como lo haría una pareja de verdad, así que incluso ha contratado un viaje de ‘Luna de miel’ a Roma.
«He tenido un montón de posibles maridos, pero no quiero quedarme con cualquiera solo para encajar en lo que se ve como normal en la sociedad», asegura.
Si bien no habrá ceremonia legal, el «gran evento» se llevará a cabo en forma de una fiesta de bodas completa con discoteca, banquete y barra libre para todos los invitados, que aportarán sus regalos a lo grande.
Salvando las distancias, esta historia nos recuerda la de aquella chica que fue plantada por su novio y decidió casarse con la perra.
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