Han Xiaoming es un artista chino que se dedica a la pintura, pero no utiliza pinceles, ya que para eso tiene una herramienta especial: su lengua.
Según asegura, esta técnica se ha transmitido de padres a hijos durante generaciones en su familia, por lo que ahora es él quien pinta de esta forma y se enorgullece de ello. Su bisabuelo ya lo hacía y ahora recae en él mantener la tradición de esta curiosa habilidad.
Utiliza unos tintes naturales para que no le hagan daño si se tragase un poco por accidente, siendo sus colores favoritos el negro y el amarillo.
Asegura que algunas academias de pintura le han ofrecido dinero para que enseñe la técnica, pero él prefiere no hacerlo y mantener la tradición, de la que hará partícipes a sus hijos.
ABRIR ENLACE