El brasileño Rolden Batista, de 40 años, no dejó de tocar la guitarra y cantar durante una intervención para extirparle un tumor del cerebro. El motivo es que mantenerse despierto durante la operación permite a los médicos detectar con rapidez posibles errores en el proceso.
Hace ya un año cuando una serie de malestares le llevaron a consultar con los médicos, que le detectaron un tumor cerebral. Desde entonces se supo que habría que pasar por el quirófano, pero para ello existen dos opciones: «me dijeron que podría operarme totalmente anestesiado o despierto, teniendo más posibilidades de éxito esta segunda forma». Pues dicho así es evidente qué método eligió Batista, que se presentó con la guitarra en el hospital dispuesto a operarse mientras amenizaba la jornada con una canción popular.
Según los médicos, esa es la forma más rápida y eficaz de detectar errores en el proceso, comprobándose si el paciente se volvía incapaz de seguir con la letra. Algo así permitiría reasignar el área del cerebro encargada del movimiento, el habla y los sentidos antes de que fuese demasiado tarde.
El paciente ya se recupera en casa y recuerda la historia de un compatriota, que se marcó una canción de los Beatles durante otra intervención en 2015.
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