El ciclista croata Zoran Jurkovic se salvó por su pene, sí, como lo lees. A este buen señor le alcanzó un rayo en la cabeza, pero la carga eléctrica no le atravesó saliendo por los pies como es habitual.
Las gruesas suelas de goma que calzaba le salvaron y el rayo recorrió los auriculares que utilizaba para ir bajando sin causarle daños hasta el aparato receptor, agarrado al cinturón. Del cinto pasó a su entrepierna para salir, literalmente, por su pene.
Nada más ser alcanzado por el rayo, Jurkovic cayó al suelo desplomado y su cuerpo desprendía humo, según explican los viandantes que le ayudaron mientras llegaba la asistencia médica.
Los médicos, muy sorprendidos por este curioso caso, elogiaron el pene milagroso de Jurkovic, que se salvó «por la puntita». A sus 41 años, este croata puede decir que ha vuelto a nacer y siempre tendrá una curiosa historia que contarle a sus nietos. Penelectric le llaman quienes conocen el caso para restar importancia a un suceso que pudo costarle la vida.
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