El Royal Bangkok Sports Club y el Satri Angthong de Tailandia protagonizaban una disputada tanda disparos desde el punto de penalti que ya había supuesto 19 intentos para cada equipo. La eliminatoria de Copa parecía no tener fin, pero ocurrió algo inesperado.
Un jugador del RBSC estrelló su disparo en el larguero y el balón ascendió de forma interminable, muy alto. En ese momento, el portero rival corrió eufórico celebrando haber ganado la interminable tanda, pero cantó victoria antes de tiempo.
El chutador lamentaba su error, también dando por hecho que no era gol, pero los árbitro sí actuaron perfectamente. Ambos se quedaron quietos esperando a que el balón estuviera completamente detenido, ya que solo en ese momento se da por finalizado el penalti.
Pues bien, el caprichoso esférico volvió al suelo y al botar se dirigió a la portería, ya vacía porque el portero se había ido corriendo.
En ese momento, los gritos del público intentan avisar de la situación al guardameta, pero ya no le dio tiempo a regresar. El balón entró, los árbitros lo señalan como gol y el vídeo ha corrido como la pólvora en las redes ¡no es para menos!
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