Una boa constrictor de 2,13 metros y ocho kilos de peso era lo último que esta madre se esperaba encontrar en la lavadora cuando su hija le dijo que estaba haciendo un ruido raro. Shirley Oliveira, una madre de dos niños de 46 años de Salvador, Brasil, afirmó que fue corriendo cuando su hija de 18 años Amanda le pidió que comprobara la máquina.
Y lo que encontró era horripilante. Una impresionante serpiente enroscada al tambor de la lavadora. «Cuando abrí la tapadera tuve el susto de mi vida porque había una serpiente enroscada al tambor con su cabeza asomando», afirmó Oliveira a Caters News. «Estaba tan asustada porque podía ver que la serpiente era enorme. Su cuerpo era firme y musculado. Estaba aterrorizada porque pudiera ser peligrosa».
Inmediatamente llamó a las autoridades, pero cuando éstas dijeron que no podrían ir hasta el día siguiente un amigo de un vecino se puso manos a la obra.
Joao Paulo Ribeiro, que es dueño de una serpiente y sabía que la boa constrictor no era mortal, fue grabado en vídeo acercándose a la lavadora y sacando a la serpiente con sus manos. «Me llevó más de 20 minutos sacarla», afirmó.
Ribeiro dijo que esta especie es común en su región y que por muy grande que pueda llegar a ser, no es venenosa y no supone ninguna amenaza para los humanos. La serpiente, que resultó ser un macho, goza de buena salud y ahora vuelve a disfrutar en la naturaleza.
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