Conciliar la vida laboral y la familiar nunca es fácil, pero tampoco está bien abusar de la paciencia de los profesores. O eso al menos cree la dirección de un colegio de Manchester (Inglaterra), que multará a los padres que lleguen tarde a recoger a sus hijos.
Hartos de esperar cada día más del tiempo necesario para entregar a los pequeños a sus familias, el colegio ha puesto en marcha esta singular medida.
Las multas serán de una libra por minuto de retraso (1’12 euros a día de hoy), que derivarán en expulsión permanente de los alumnos si los padres incumplen el horario sistemáticamente.
La polémica está servida y las quejas de los padres no se han hecho esperar, pero claro, si cumpliesen con el horario no tendrían problema alguno.
¿Qué te parece esta norma? ¿qué harías si se aplicase en el colegio de tus hijos? o, si eres profesor, ¿qué opinarías si se implantase en tu centro escolar?
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